Son más grandes que unas gafas comunes y corrientes y algo incómodas. La visión, sin embargo, es nítida, y su forma alargada les da un aspecto parecido a los lentes de esquiar. Podrían pasar por un modelo excéntrico cualquiera si no fuera por una pequeña cajita, enganchada en una de las patillas, que delata su peculiar función: grabar todo lo que se mire a través de sus cristales y a la vez registrar el movimiento de las pupilas. ¿Para qué? “Para investigar al consumidor”, dice Ángeles Zabaleta, shopper leader en la compañía de investigación de mercado Nielsen.
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