Buena culpa de que una vieja conocida por la humanidad como es la tuberculosis sea la enfermedad infecciosa más mortal en pleno siglo XXI la tiene su diagnóstico. Por lo general, es necesario un cultivo del esputo del enfermo, que tiene que ser analizado por técnicos especializados de laboratorio para hallar el bacilo. Para simplificar su detección se han probado imaginativas ideas que van desde usar ratas para captarla con el olfato hasta videojuegos en el teléfono móvil. Pero se seguían basando en el esputo, algo que complica y ralentiza todo el proceso.
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