El deporte es salud, reza el dicho popular. Pues sí, pero siempre que se practique con moderación. Ya sabe, lo de los 150 minutos semanales que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para individuos sanos (un ratito casi todos los días –también hay que descansar–). En cambio, la práctica vigorosa y muy frecuente, ya sea para lograr una medalla olímpica o por su propia satisfacción como deportista popular, pasa factura
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